Mercurio es el planeta más pequeño del Sistema Solar -el más cercano a la estrella-, el más denso y el más rápido en su órbita alrededor del Sol, y difícil de visitar con naves espaciales.
Sólo una misión se había acercado a Mercurio para verlo de cerca: la Mariner 10, que sobrevoló tres veces el planeta entre 1974 y 1975. Ahora hay una nueva sonda espacial en su entorno, Messenger -también de la NASA-, que partió de la Tierra en agosto de 2004 y que en enero de este año sobrevoló el planeta a 200 kilómetros de altura sobre su superficie. Hoy se presentan 11 artículos en la revista Science con los datos obtenidos. Lo que más ha sorprendido a los científicos es que han identificado rasgos en la superficie que apuntan hacia un origen volcánico más que a impactos de meteoritos. La cuestión estaba en el aire desde la Mariner 10.
Los instrumentos de la Messenger han visto además que, aunque Mercurio contiene masivamente hierro en su interior, ese mineral es relativamente escaso en la superficie. La sonda también ha medido con detalle el campo magnético del planeta y sus efectos.
Messenger pasará otras dos veces -la próxima en octubre de este año y la tercera en septiembre de 2009- sobre Mercurio, antes de colocarse en su órbita en 2011 para observarlo durante un año. La misión pretende responder a varias preguntas clave. Para empezar, por qué es tan denso. Pero también buscará claves sobre la historia geológica y las características del campo magnético de este planeta, además de información acerca de la estructura de su núcleo planetario y de los materiales que hay en los polos.
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Fuente: El País
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