Golf ecológico

Imagen extraída de Allposters.es

Universidad de Maine no descarta utilizar esta mezcla de cáscara de langosta para crear otros productos como macetas que se disuelvan en el suelo.

Un grupo de científicos de la Universidad Main han conseguido darle una vuelta de turca más al mundo de las pelotas de golf. Y es que no se les ha ocurrido otra cosa que crear una bola que no te hará tus golpes suaves como la mantequilla, pero sí hará que te remuerda menos la conciencia cuando la mandes directamente al agua.

Esta nueva modalidad de pelotas ecológicas están hechas ni más ni menos que con fragmentos de conchas de langosta desechada por la industria conservera de Main, y sus creadores aseguran que son capaces de alcanzan las mismas distancias que sus hermanas tradicionales con una pequeña ventaja, que una semana después de estar bajo el agua, desaparecen...

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La venta de las nuevas bolas se ofrecerá inicialmente a la industria de cruceros, y si obtienen el respaldo deseado se empezarán a fabricar a mayor escala sin modificar el proceso ecológico de creación de las mismas ya que es precisamente este el que las hace ser mucho más baratas que las bolas biodegradables que ya existen en el mercado.

En vista del éxito, la Universidad de Maine ya ha solicitado una patente provisional de su mezcla de cáscara de langosta, y no descarta poder utilizar esta mezcla para crear otros productos como por ejemplo macetas que eventualmente se disuelvan en el suelo.

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Fuente: Eurosport