El gran científico Nikola Tesla |
"Para mí es absolutamente irrelevante si la turbina está funcionando en mi cabeza o si la pruebo en el taller. Incluso percibo si está desequilibrada".
"Supongo que neurólogos y psiquiatras habrán sacado punta a estas palabras, pero lo que aquí me interesa es resaltar el especial método que empleaba Nikola Tesla a la hora de crear. Un sistema mental de “visiones” muy especial que aparece a continuación descrito en sus propias palabras…"
Esto lo hice de manera constante hasta que tuve unos diecisiete años, cuando mis pensamientos se dirigieron seriamente a la invención. Entonces, observé para mi deleite que podía visualizar con gran facilidad. No necesitaba modelos, dibujos o experimentos. Podía representarlos en mi mente como si fueran reales. Así fui conducido de manera inconsciente a desarrollar lo que considero un nuevo método de concretar conceptos e ideas ingeniosas, que es radicalmente opuesto al puramente experimental y que, en mi opinión, es mucho más expeditivo y eficiente. Cuando alguien construye un dispositivo para llevar a la práctica una idea rudimentaria, de manera inevitable se encuentra a sí mismo enfrascado en los detalles y defectos del aparato. A medida que va mejorándolo y reconstruyéndolo, la intensidad de su concentración disminuye y pierde de vista el gran principio subyacente. Se pueden obtener resultados, pero siempre sacrificando la calidad."
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"Mi método es diferente. Yo no me precipito al trabajo real. Cuando tengo una idea, comienzo por conformarla en mi imaginación. Cambio la construcción, hago mejoras y manejo el dispositivo en mi mente. Para mí es absolutamente irrelevante si la turbina está funcionando en mi cabeza o si la pruebo en el taller. Incluso percibo si está desequilibrada. No hay absolutamente ninguna diferencia, los resultados son los mismo. De este modo, soy capaz de desarrollar y perfeccionar rápidamente un concepto sin tocar nada. Cuando he ido tan lejos como para incorporar al invento cualquier mejora que pueda concebir y veo que no hay fallo alguno por ninguna parte, entonces le doy forma concreta a este producto final en mi cerebro. Invariablemente, mi dispositivo funciona tal como había concebido que debería hacerlo, y el experimento sale exactamente como lo había planeado. En veinte años no ha habido una sola excepción. ¿Por qué iba a haberla?"
Fragmento de Yo y la energía, Nikola Tesla. Introducción de Miguel A. Delgado. Turner/Noema. ISBN: 978-84-7506- 293-8.
Fuente: Tecnología Obsoleta
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