El instituto creará una red de profesionales con el doble perfil de músico y médico para que conozcan y sepan dar las opciones terapéuticas adecuadas al músico.
El Instituto Médico Musical, creado por la Fundación Bamberg y la Fundación Excelentia, integrará a los profesionales sanitarios músicos y aficionados con el objetivo de acercar la música a los centros médicos y convertirla en elemento de valor terapéutico esencial. El instituto creará una red de profesionales con el doble perfil de músico y médico para que conozcan y sepan dar las opciones terapéuticas adecuadas.
La música acerca a las personas, ayuda a la concentración, estimula la expresión corporal, la percepción y la memoria. Favorece la creatividad y la actividad neuronal, tiene efectos saludables en los vasos sanguíneos, libera dopamina y está presente en las sensaciones de placer provocadas por la comida o por el sexo. Sus poderes terapéuticos son prácticamente incalculables, muchos, desaprovechados para fines médicos concretos. Puede utilizarse con niños con síndrome de Down, niños con problemas psicomotrices, con cáncer y hasta -irónicamente- con niños sordos. Si alguno piensa que no puede usarse con adultos enfermos, desde luego, está muy equivocado.
Para todo esto, entre otras cosas, acaba de crearse el Instituto Médico Musical por la Fundación Bamberg y la Fundación Excelentia, que integrará a los profesionales sanitarios músicos y aficionados así como a las organizaciones y coros musicales del sector sanitario. Su objetivo será acercar la música a los centros médicos, y convertirla en elemento de valor terapéutico como mejora de los procesos de atención clínica a los enfermos, tal y como se hace en diferentes lugares del mundo.
La música acerca a las personas, ayuda a la concentración, estimula la expresión corporal, la percepción y la memoria. Favorece la creatividad y la actividad neuronal, tiene efectos saludables en los vasos sanguíneos, libera dopamina y está presente en las sensaciones de placer provocadas por la comida o por el sexo. Sus poderes terapéuticos son prácticamente incalculables, muchos, desaprovechados para fines médicos concretos. Puede utilizarse con niños con síndrome de Down, niños con problemas psicomotrices, con cáncer y hasta -irónicamente- con niños sordos. Si alguno piensa que no puede usarse con adultos enfermos, desde luego, está muy equivocado.
Para todo esto, entre otras cosas, acaba de crearse el Instituto Médico Musical por la Fundación Bamberg y la Fundación Excelentia, que integrará a los profesionales sanitarios músicos y aficionados así como a las organizaciones y coros musicales del sector sanitario. Su objetivo será acercar la música a los centros médicos, y convertirla en elemento de valor terapéutico como mejora de los procesos de atención clínica a los enfermos, tal y como se hace en diferentes lugares del mundo.
Una terapia de bajo coste
La músicoterapia es una intervención de bajo coste que -según el leonés Ignacio Para, presidente de la Fundación Bamberg- “podría implementarse en el propio Sistema Nacional de Salud ya que ejerce efectos fisiológicos directos a través del sistema nervioso autónomo tal y como se ha comprobado en diversos estudios internacionales”.
La aplicación terapéutica de la música se pueden dividir en cinco grandes áreas, según explica Para: "Procedimientos intervencionistas, unidad de críticos o planta de especialidades, área pediátrica, tratamiento de la discapacidad y de forma domiciliaria".
Además de lo citado al inicio de este texto existe una amplia bibliografía sobre la efectividad de la musicoterapia en múltiples tratamientos: mejora del confort en las broncoscopias ambulatorias, reducción de la ansiedad en las terapias con ventilación mecánica asistida y en el cateterismo cardíaco, comprobados efectos clínicos en la medicina paliativa y en los niños sometidos a cirugía cardiaca.
Una bolsa de prefesionales músicos
Javier Martí, director de la Fundación Excelentia, que cuenta con la Orquesta Clásica Santa Cecicilia y el coro de la fundación, relata que el Instituto ya se ha puesto en contacto con todos los hospitales de España y "está creando una base de datos en la que se pueden incribir todos aquellos profesionales que formen parte del sector sanitario para participar en actividades musicales".
El instituto creará una red de profesionales con el doble perfil de músico y médico para que conozcan y sepan dar las opciones terapéuticas adecuadas al músico con una patología que impida o dificulte su práctica artística normalizada. Así se podrán crear coros y pequeñas orquestas dependiento de los instrumentos que se logren reunir, y organizar conciertos. "La idea es poner en común la música en el ámbito sanitario: acercarla a los centros médicos y ponerla en valor en el proceso terapéutico como elemento de mejora", añade Martí.
Los trabajadores del sector sanitario pueden apuntarse para cantar, para tocar o simplemente para aprender. Para Martí "es cierto que un mínimo de talento siempre hay que tener, pero el hecho ya de acercarse a la música como ocurre en otros países es significativo'.
Otra de las "patas" u objetivos pincipales será "contrastar y canalizar todos los estudios que se publican en relación con la música e incluso crear estudios nuevos. Iremos contando con este proceso de investigación y desarrollo sobre todo en el uso terapéutico de la música en la medicina", aunque de momento el director de la fundación no ha querido avanzar nada.
Inauguración con un concierto especial
El próximo jueves, 12 de abril (a las 19:30 horas) se celebrará un concierto de inauguración del Instituto Médico Musical en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Madrid para todos aquellos que deseen desde ya participar con el mismo.
La Orquesta Clásica Santa Cecilia junto a Excelentia Choral Academy interpretará obras de J. Haydn y W. A. Mozart bajo las órdenes de Miguel Ángel García Cañamero con la actuación del pianista y también doctor, Yerko Ivánovic, director del Instituto.
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Fuente: La Información
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