El ocio inclusivo aboga por proyectos culturales, formación en redes sociales y servicios de voluntariado.
Voluntariado en programas de ocio inclusivo
En materia de ocio inclusivo, los voluntarios son esenciales, ya que aportan a las personas con discapacidad intelectual la posibilidad de establecer relaciones significativas. Sin embargo, no se puede depender de ellos para la realización de actividades con estas personas. Se estima que las entidades deben desvincular el voluntariado de los organigramas de los servicios de ocio y conformar servicios estables y transversales, que aprovechen la experiencia de los colaboradores. Ellos son claves en las organizaciones, más aún en tiempos de crisis. Pero también es justo ahora cuando se plantea la conveniencia de continuar con este modelo "partiendo de la incógnita de las ventajas o inconvenientes".
Beneficios de la cultura en personas con discapacidad intelectual
La cultura inclusiva es una de las áreas que más debates genera. Son varios los frentes abiertos, puesto que las propuestas tampoco son únicas. Pero las asociaciones están de acuerdo en que las actividades culturales han de fomentar el desarrollo personal, deben definirse los objetivos de los programas y actividades culturales e intensificar la participación de las personas con discapacidad intelectual para sacar el máximo partido. La propuesta actual de cultura inclusiva se asienta en varios pilares: programas culturales desarrollados por los servicios de ocio, servicios de cultura transversales en organizaciones que intervienen en varios ámbitos y organizaciones dedicadas en exclusiviadad a la promoción cultural. Los programas culturales desarrollados por servicios de ocio destacan por facilitar el acceso a la cultura de las personas con discapacidad intelectual, pero no siempre tienen una mirada inclusiva porque la oferta es específica y limitada para ellas. Los servicios exclusivos de cultura cuentan con profesionales y mayores oportunidades de formación, pero la exigencia de recursos, estructura, espacio y tiempo conlleva que no siempre sea posible impulsarlos. Las asociaciones de discapacidad intelectual dedicadas de manera específica a la cultura aumentan las posibilidades de desarrollo profesional de estas personas, pero chocan con la desconfianza de buena parte de la sociedad respecto a la posibilidad de que las personas con necesidades de apoyo expliquen y disfruten la cultura, a la vez que deben hacer frente a una falta de adaptación de los entornos culturales. En el caso de la asociación AFANIAS, el servicio de cultura de la entidad cuenta con actividades de danza contemporánea, percusión, pintura, escultura o teatro, entre otras, impartidas por profesionales. El objetivo de esta iniciativa es que las personas con discapacidad mejoren su calidad de vida, valorar este tipo de producción artística y lograr "un nuevo rol de la persona con estas características en el nuevo diálogo intercultural, como comunicador y agente activo de producción cultural".
El papel de las redes sociales en el ocio de las personas con discapacidad
En un momento en el que las redes sociales conforman un espacio de encuentro y difusión de la cultura, el ocio inclusivo ha de aprovechar este medio para favorecer la integración. Sin embargo, se ha constatado un "desconocimiento grave" acerca del uso que las personas con discapacidad intelectual hacen de las redes sociales y una "importante brecha digital" en las entidades. Las redes sociales son también un recurso muy útil para fomentar las relaciones sociales entre las personas con necesidades de apoyo, ya que les permiten chatear con los amigos, conocer gente nueva, jugar en red o informarse sobre eventos y actividades, entre otras cosas. No obstante, se reconoce "un desconocimiento generalizado" respecto a las redes sociales por parte de las personas, así como "un cierto reparo a este tema por parte de las entidades, debido a los riesgos y ambigüedades que se derivan de la ley de protección de datos", con pocas organizaciones que tienen perfiles en ellas. "Se conoce Facebook, Twitter y Tuenti, pero no es habitual su uso por parte de las personas con discapacidad intelectual", recogen las conclusiones de las Jornadas de Ocio Inclusivo. Entre las propuestas aportadas, se plantea la formación entre los profesionales para que puedan trasladar los conocimientos a los usuarios de los servicios, a la vez que se anima a formar a los familiares, reflexionar sobre el uso que las personas con discapacidad intelectual hacen de las redes sociales y valorar el nivel de accesibilidad universal de estas "para que puedan utilizarlas adecuadamente". Un caso de éxito respecto al uso de las redes sociales es el impulsado por la Asociación Astor, en Madrid. Mediante una cuenta de yahoo grupos, un total de cinco clubes de ocio tienen la posibilidad de comunicarse a través de la Red. Cada miembro del club dispone de una contraseña de acceso y, al acceder a su grupo, puede informarse sobre las actividades planificadas, conocer quiénes participarán en ellas, hacer propuestas o saber qué otros eventos asociativos se han previsto.
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