Otros países colaboran. «Francia ha colaborado en el instrumento de análisis de la materia orgánica». Alemania ha participado «con el desarrollo del detector de radiación». La Agencia Espacial Rusa ha proporcionado el DAN, una herramienta «que mide la abundancia de hidrógeno que puede existir bajo la superficie de Marte».
La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) sigue buscando marcianos en Marte, por ello, el 25 de noviembre lanzará el «Mars Science Laboratory». Este laboratorio espacial lo transporta el «Curiosity», un vehículo diseñado específicamente para viajar al planeta rojo y que saldrá de Cabo Cañaveral (Florida) a bordo del cohete Atlas V.
Fernando Abilleira, analista de Trayectoria del equipo de Diseño y Navegación de la misión, explica la importancia de esta expedición: «Los objetivos del vehículo serán averiguar el potencial biológico de la zona de aterrizaje, investigar su geología, comprender la climatología local, así como comprobar los índices de radiación en su superficie para poder determinar si, en un futuro próximo, se puede enviar una expedición con tripulación», explica. Dentro de esta misión, «España juega un papel relevante, ya que de las diez herramientas que conforman el artefacto, nuestro país aporta dos de los elementos principales», comenta Arturo Azcorra, director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). Este organismo ha sido el mayor mecenas del proyecto, porque de los 23,5 millones de euros que se han invertido, esta institución ha aportado el 63 por ciento, unos 15 millones de euros. El Centro de Astrobiología (CAB), adscrito a la NASA y el Plan Nacional de I+D+i han invertido el resto. Como apunta Guy Webster, de la NASA, «la misión completa cuesta más de 1.700 millones de euros». Es decir, nuestro país aporta apenas un 1,3 por ciento.
Fernando Abilleira, analista de Trayectoria del equipo de Diseño y Navegación de la misión, explica la importancia de esta expedición: «Los objetivos del vehículo serán averiguar el potencial biológico de la zona de aterrizaje, investigar su geología, comprender la climatología local, así como comprobar los índices de radiación en su superficie para poder determinar si, en un futuro próximo, se puede enviar una expedición con tripulación», explica. Dentro de esta misión, «España juega un papel relevante, ya que de las diez herramientas que conforman el artefacto, nuestro país aporta dos de los elementos principales», comenta Arturo Azcorra, director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). Este organismo ha sido el mayor mecenas del proyecto, porque de los 23,5 millones de euros que se han invertido, esta institución ha aportado el 63 por ciento, unos 15 millones de euros. El Centro de Astrobiología (CAB), adscrito a la NASA y el Plan Nacional de I+D+i han invertido el resto. Como apunta Guy Webster, de la NASA, «la misión completa cuesta más de 1.700 millones de euros». Es decir, nuestro país aporta apenas un 1,3 por ciento.
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Como explicó ayer durante la presentación del proyecto la ministra Garmendia, «España es hoy un país de ciencia », a pesar de que los recortes en investigación se hayan reducido un 5,5 por ciento, según la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE). Aún así, la colaboración con grandes instituciones internacionales como la NASA se salva. En 2004, España y la Agencia Espacial llegaron a un acuerdo «para establecer los requisitos de las herramientas.
El equipo español ha sido el encargado, a lo largo de los seis años, de diseñar y construir el Rover Environmental Monitoring Station (REMS) y la operarán cuando el ‘‘rover’’ aterrice en Marte», añade Abilleira.
El REMS, que se ha colocado en el mástil del vehículo, es una estación meteorológica que medirá la presión, la humedad, la temperatura y la radiación ultravioleta. También contemplará la velocidad y la dirección del viento. El segundo instrumento que han incorporado nuestros científicos «es la antena de alta ganancia que se utilizará para las comunicaciones directas con la Tierra», apostilla el experto de la NASA. Este artilugio lo ha suministrado la empresa española Casa Espacio y será «el principal medio de conexión con nuestro planeta, aunque no descartamos que coloquen otros sistemas secundarios», dice Azcorra. Son cuatro las empresas españolas implicadas en la fabricación de la tecnología que viaje a Marte.
Misión «Marte» en Huelva
El incremento de los proyectos destinados al sector espacial es una decisión directa del Ministerio de Ciencia para la que esta apuesta «proporciona un elevado retorno de la inversión institucional para la mejora de las capacidades tecnológicas y el incremento de la actividad económica inducida», como explicaron ayer en Madrid. Así, las relaciones de nuestro país con el referente mundial en tecnología espacial no termina en con el «Curiosity», ya que como explica Fernando Abilleira, «España forma parte de la ESA y participa en las misiones que realizamos conjuntamente. Tenemos un acuerdo referente a la investigación en Marte que planea desarrollar dos misiones en 2016 y 2018», concluye. Desde el CDTI lo confirman: «Nuestra relación no termina aquí». Es más, ya se está trabajando en la Península.
A la zona de Río Tinto, en Huelva, la NASA envía cada cierto tiempo, un grupo de investigadores para que coteje la calidad del terreno y la acidez de sus agua, ya que, según los expertos, cumple con varias similitudes con lo que podríamos encontrar en la superficie del Planeta Rojo. « Es un proyecto en el que colabora el CAB y al que han denominado ‘Marte’», explican desde el CDTI, el organismo que también apoya esta iniciativa.
Otros países también aportan
- No somos los únicos en participar, Aunque el Ministerio no lo acentúa, como explican desde la sede de la NASA en California, «Francia ha colaborado en el instrumento de análisis de la materia orgánica». Ésta es una de las principales vías de investigación de la misión.
- Otro de los países que se ha involucrado en el viaje a Marte es Alemania que ha participado «con el desarrollo del detector de radiación». Gracias a sus resultados se decidirá si los humanos viajan o no al Planeta Rojo.
- La Agencia Espacial Rusa no se queda atrás y ha proporcionado el DAN, una herramienta «que mide la abundancia de hidrógeno que puede existir bajo la superficie de Marte».
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El equipo español ha sido el encargado, a lo largo de los seis años, de diseñar y construir el Rover Environmental Monitoring Station (REMS) y la operarán cuando el ‘‘rover’’ aterrice en Marte», añade Abilleira.
El REMS, que se ha colocado en el mástil del vehículo, es una estación meteorológica que medirá la presión, la humedad, la temperatura y la radiación ultravioleta. También contemplará la velocidad y la dirección del viento. El segundo instrumento que han incorporado nuestros científicos «es la antena de alta ganancia que se utilizará para las comunicaciones directas con la Tierra», apostilla el experto de la NASA. Este artilugio lo ha suministrado la empresa española Casa Espacio y será «el principal medio de conexión con nuestro planeta, aunque no descartamos que coloquen otros sistemas secundarios», dice Azcorra. Son cuatro las empresas españolas implicadas en la fabricación de la tecnología que viaje a Marte.
Misión «Marte» en Huelva
El incremento de los proyectos destinados al sector espacial es una decisión directa del Ministerio de Ciencia para la que esta apuesta «proporciona un elevado retorno de la inversión institucional para la mejora de las capacidades tecnológicas y el incremento de la actividad económica inducida», como explicaron ayer en Madrid. Así, las relaciones de nuestro país con el referente mundial en tecnología espacial no termina en con el «Curiosity», ya que como explica Fernando Abilleira, «España forma parte de la ESA y participa en las misiones que realizamos conjuntamente. Tenemos un acuerdo referente a la investigación en Marte que planea desarrollar dos misiones en 2016 y 2018», concluye. Desde el CDTI lo confirman: «Nuestra relación no termina aquí». Es más, ya se está trabajando en la Península.
A la zona de Río Tinto, en Huelva, la NASA envía cada cierto tiempo, un grupo de investigadores para que coteje la calidad del terreno y la acidez de sus agua, ya que, según los expertos, cumple con varias similitudes con lo que podríamos encontrar en la superficie del Planeta Rojo. « Es un proyecto en el que colabora el CAB y al que han denominado ‘Marte’», explican desde el CDTI, el organismo que también apoya esta iniciativa.
Otros países también aportan
- No somos los únicos en participar, Aunque el Ministerio no lo acentúa, como explican desde la sede de la NASA en California, «Francia ha colaborado en el instrumento de análisis de la materia orgánica». Ésta es una de las principales vías de investigación de la misión.
- Otro de los países que se ha involucrado en el viaje a Marte es Alemania que ha participado «con el desarrollo del detector de radiación». Gracias a sus resultados se decidirá si los humanos viajan o no al Planeta Rojo.
- La Agencia Espacial Rusa no se queda atrás y ha proporcionado el DAN, una herramienta «que mide la abundancia de hidrógeno que puede existir bajo la superficie de Marte».
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Fuente: La Razón
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