Supondría además un recorte de un tercio de los gases de efecto invernadero respecto a las proyecciones actuales.
Esto representaría, en el máximo de los escenarios analizados, un recorte aproximado de un tercio de los gases de efecto invernadero (GEI) respecto a las proyecciones actuales y podría lograr mantener las concentraciones de GEI en 450 partes por millón. Al mismo tiempo, se contribuiría a mantener el aumento de la temperatura global del planeta por debajo de dos grados centígrados, compromiso que se asumió en la Cumbre del Clima de Cancún, en diciembre de 2010. El documento "Informe Especial sobre Energías Renovables y Cambio Climático, Mitigación" consta de unas 1.000 páginas y se ha lanzado en la reunión de Cambio Climático que se celebra en Arabia Saudí, tras ser aprobado por el Grupo de Trabajo III del panel de expertos del IPCC.
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"Con apoyo a una política energética y climática consistentes, las fuentes de energías renovables pueden contribuir sustancialmente al bienestar humano, a lograr un suministro energético sostenible y a la estabilización del clima", destacó durante el lanzamiento del informe el copresidente del Grupo de Trabajo III, el profesor Ottmar Edenhofer, quien reconoció también que, "sin embargo, un aumento sustancial de las energías renovables es técnica y políticamente muy ambicioso".
El copresidente del mismo grupo, Youba Sokona, subrayó que el potencial papel de las tecnologías renovables para satisfacer las necesidades energéticas de los pobres y para potenciar el crecimiento sostenible de los países desarrollados y de los que están en desarrollo puede aumentar los puntos de vista polarizados. "Este informe del IPCC ha traído un poco de claridad necesaria a este debate con el fin de informar a los gobiernos sobre las opciones y decisiones que necesitarán tomar si el mundo quiere lograr de forma colectiva una vía baja en carbono, mucho más eficiente y con un desarrollo más equitativo", afirmó.
El documento muestra que no se trata de la disponibilidad de los recursos, sino de que las políticas públicas tendrán que expandir o constreñir el desarrollo de las energías renovables en las próximas décadas, apuntó el codirector del Grupo de Trabajo III, Ramon Pichs. "Los países en desarrollo tienen un importante participación en este futuro ya que es en ellos en los que viven 1.400 millones de personas sin acceso a la electricidad en la actualidad y también donde precisamente se dan las mejores condiciones para la implantación de las energías renovables", explicó.
Fuente: Consumer
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