Un tren que también dará cabida a ávidos lectores |
Los vagones se convierten cada mañana en un refugio para quienes aprovechan para leer durante sus trayectos. El perfil del lector es una mujer, menor de 65 años, con estudios.
A estas horas prefiero ir sola, no me apetece ir charlando, me gusta ir leyendo"A estas horas prefiero ir sola, no me apetece ir charlando, me gusta ir leyendo, a veces incluso me gustaría que el viaje durará un poco más y eso que tardo casi una hora en llegar al trabajo", relata Carmen, una mujer de 38 años que todos los días recorre el trayecto que une Alcalá de Henares con Recoletos acompañada de un libro. "Los enamoramientos me lo compré el Día del Libro, siempre me ha gustado Javier Marías", confiesa.
Sin duda, los trenes de Cercanías así como el Metro, que trasladan diariamente a miles de personas de sus casas a sus trabajos, son uno de uno los refugios más preciados por los lectores, sobre todo, a primera hora de la mañana, cuando la tranquilidad reina en los vagones.
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No son una mayoría, ni mucho menos, quizá dos o quizá tres por vagón. Son más los que dan cabezadas imposibles o los que leen sin pasión la prensa gratuita. Sin embargo, resisten al cansancio, a los retrasos, incluso al ruido, sumergidos en sus novelas, encontrando en la lectura una alternativa a la alienación que supone no ser dueño del tiempo que duran los largos viajes al lugar de trabajo.
Ganan ellas
A lectoras, ganan las mujeres por goleada. Solo hay que echar un vistazo por los vagones para darse cuenta de lo que confirman los estudios sobre hábitos de lectura. Según la Federación de Gremios de Editores de España, el perfil del lector español encaja con una mujer, menor de 65 años, con estudios secundarios o superiores.
De acuerdo con este mismo informe, las mujeres leen porque les gusta y la mayoría de las que no la hacen es por falta de tiempo (quizá porque no viajan en tren). Sin embargo, los hombres, en su mayoría, confiesan que no leen más porque no les gusta o porque prefieren dedicar su tiempo libre a otras actividades.
Entre tanta lectora por placer, se ve también mucho lector obligado. Jóvenes universitarios que leen sesudas obras académicas, sobre todo ahora que se acercan los examenes. Jaime, de 22 años, que se dirige a la facultad, lee Traficantes de información, de Pascual Serrano. "Es interesante (el libro), pero nunca me ha gustado que me obliguen a leer, por eso aprovecho los ratos en el tren", dice.
Escaparate con las últimas novedades
Como si de un escaparate altertanativo a las librerías se tratará, la última novela de Rosa Montero, la de María Dueñas o la de Javier Sierra ocupan las manos de los viajeros-lectores que no levantan la cabeza de sus libros.
Cuando estalló el 'boom' de Millenium, todos leíamos lo mismoEs un buen lugar para saber cuáles son los libros más populares del momento. "En el tren me leí las tres novelas de Millenium. Era curioso en esas semanas, cuando estalló el boom de Stieg Larsson, ver como todos leíamos lo mismo" explica Teresa, de 43 años, que pone una pega: "Lo peor es cargar todo el día con el libro, más cuando es un libro tan grande como los de Millenium"
Ocurrió con Dan Brown y su Código Da Vinci, con Crepúsculo y, por supuesto, con la saga Millenium.
Los lectores, actores silenciosos que pueblan cada mañana los vagones, colorean unos trenes de Cercanías en los que no solo suenan los avisos por megafonía, sino que, de alguna manera, retumban las historias que con celo guardan los libros.
Fuente: 20Minutos
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