El reportero gráfico Manu Brabo en Libia |
El fotoperiodista ha sido recibido en Barajas por sus padres. El fotógrafo fue liberado el miércoles tras permanecer retenido durante más de un mes en una cárcel libia.
Tras su llegada, Brabo ha dado una rueda de prensa que ha comenzado con un emocionado agradecimiento a todas las personas que lo ayudaron. "Sois la hostia", ha dicho entre sollozos."Agradezco a todos, hasta a mis compañeros de celda, que han sido la leche... no sé, puedo estar agradeciendo hasta mañana, así que casi mejor me comienzan a preguntar". Manu Brabo ha confesado sin poder contener la emoción, "estar flipado" al ver en Internet la campaña puesta en marcha para su liberación. Ha dicho que nunca perdió la esperanza "porque si no acabarías siendo un andrajo en una celda" y ha reconocido que cuando se viaja a países en conflicto se sabe que hay peligro, pero "siempre se piensa que le va a tocar a otros".
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"La cagamos un día pisándolo igual un poco más de lo que lo teníamos que pisar", ha recordado el fotógrafo, que relataba que estaba en primera línea cuando hubo un ataque del ejército de Gadafi y los rebeldes huyeron y "nos dejaron allí". "Nos acercamos a la carretera y comenzaron a disparar sobre nosotros. Nos pillaron y, como en una película, se bajan del coche, te fríen a culatazos, te suben a un pick-up, te llevan a una casa, de allí a otro sitio y te someten a un primer interrogatorio con los ojos vendados".
Así comenzó, según Brabo, un periplo en celdas de aislamiento, en prisiones con otros reclusos, a los que también agradeció su comportamiento "porque han sido la leche" y en villas, mientras se sucedían "unos juicios en los que se repetían las mismas preguntas, las mismas acusaciones y nunca había veredicto". Finalmente, fue el pasado martes cuando a Brabo y a otros tres periodistas capturados por el régimen -los reporteros estadounidenses James Foley y Clare Morgana Gilles y el británico Nigel Chandler- les juzgó un tribunal administrativo de Trípoli que les condenó a un año de prisión sin cumplimiento y a una multa de 200 dinares libios (154 dólares) a cada uno por entrada ilegal en el país.
"Tras ese juicio, en el que el fiscal que nos había interrogado en otras ocasiones se puso en cinco minutos la toga e hizo de juez", según Manu Brabo, "se nos declaró inocentes". También se ha referido al fotógrafo sudafricano desaparecido en Libia el pasado mes de abril, Anton Hammerl, cuya muerte ha sido confirmada por su familia. El asturiano ha dicho desconocer que pasó con él, pero ha recordado que cuando subió al furgón militar le vio muy pálido y con sangre. Manu Brabo tiene previsto "tratar de hacer vida normal" con familia y amigos en los próximos días, además de descansar en su Asturias natal, después de "tomar unas cervezas en Madrid".
Desde Túnez
Brabo llegó la noche de este jueves a la capital tunecina tras un viaje en automóvil de cerca de ocho horas desde el puesto fronterizo de Ras el Jedir, por donde salió de Libia algo antes del mediodía.
El fotógrafo pasó la noche en la residencia del embajador y tras haber descansado, esta mañana se levantó "con mejor aspecto y muy animado por la perspectiva de regresar a España", según explicó el cónsul español en Túnez, Enrique Conde.
Brabo ha viajado sin equipaje y sin su equipo fotográfico, que le fue confiscado por las autoridades libias, indicaron fuentes diplomáticas.
El fotoperiodista fue puesto en libertad el pasado miércoles junto con otros tres periodistas extranjeros después de ser condenados a un año de prisión, eludible por no tener antecedentes, y a una multa económica de unos 100 euros. El asturiano, al igual que sus compañeros, fue detenido a comienzos de abril en la carretera entre Brega y Ajdabiya, en la zona oriental de Libia, país al que llegó a mediados de marzo para cubrir el frente de combate como colaborador de la European Pressphoto Agency (EPA).
Fuente: 20minutos
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